Me cansé del otro blog, pero no quería borrar nada. Soy así, guardo todo, las boludeces más impensadas las tengo guardadas en una cajita o pegadas en una agenda. Guardo hasta recuerdos de gente que no quiero ver más, de momentos muy pasados y de sentimientos que se fueron y no vuelven. En fin, las cosas cambian, los cambios son buenos, eso aprendí este año. Entre varias otras cosas, me cambié de habitación, terminé el secundario, se mudaron mis hermanos, me cambié el corte de pelo, entré en la facultad, conocí gente nueva.. y estoy bien. Los cambios que antes tanto me aterraban me cambiaron la perspectiva y me asomo a a esta nueva etapa todos los días con una sonrisa, agradecida por lo que viví y entusiasmada por lo que se viene.
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